Si algo define una mesa navideña es el aroma del pan recién cocido y su capacidad de unir desde aperitivos hasta platos más elaborados. Por eso, esta Navidad, te traemos dos joyas de nuestro obrador que convertirán tus comidas en algo espectacular: el versátil pan de torta y el clásico de toda la vida, el pan de payés.
Coge sitio, ¡que empezamos!
Si el pan de coca fuera una persona, sería ese amigo que siempre está para todo: versátil, fiable y siempre en su punto. Su corteza crujiente y su miga ligera lo convierten en el mejor compañero para embutidos, canapés o cualquier aperitivo que tengas en la cabeza.
Lo elaboramos como manda la tradición: con harinas de calidad, tiempo y dedicación. ¿El resultado? Un pan que aguanta el tipo incluso con los ingredientes más exigentes.
Untar con tomate y aceite, añadir un poco de jamón ibérico y… voilá, tienes una tapa digna de aplauso.
El pan de payés es todo un símbolo de la gastronomía catalana. Su corteza dorada y crujiente y su miga densa y esponjosa son el resultado de años de historia y de un trabajo pausado y artesanal.
Es ideal para acompañar carnes, guisos o, por supuesto, disfrutarlo con un buen queso o embutido. Y si te apetece recuperar una merienda clásica y entrañable, prueba el pan con vino y azúcar: una rebanada de pan con un toque de vino y espolvoreada de azúcar. Un pequeño placer que nunca debería perderse.
Esta Navidad deja que los panes artesanales de 365 marquen la diferencia en tu mesa. Panettone para los más golosos, pan de torta para las tapas que triunfan y pan de payés para mantener viva nuestra tradición.
¿A qué esperas? Visítanos y llévate a casa el mejor pan para celebrar estas fiestas. ¡Te esperamos con las manos en la masa!