La masa madre y todos sus secretos

La masa madre es un cultivo simbiótico de las levaduras presentes de manera natural en los alimentos. Si esta definición no acaba de convencerte, ¡sigue leyendo para descubrir todas sus propiedades y fases de producción!

En otras palabras, la masa madre es una alternativa natural a la levadura comercial y en 365 la utilizamos para elaborar todos nuestros panes. De hecho, es el ingrediente que se ha utilizado tradicionalmente para elaborar el pan.

Los panaderos guardaban la masa madre en estado líquido o como un trozo de masa para elaborar pan diariamente únicamente incorporándole harina y los demás ingredientes.

Para obtener este cultivo es necesario “capturar” durante el amasado a los microorganismos presentes en el aire y que, junto con la levadura presente en los cereales de forma natural, creen un cultivo que impida prosperar en la masa harinosa a microorganismos indeseados.

A continuación, detallamos los beneficios de elaborar el pan con masa madre.

Todos los beneficios de elaborar el pan así

La masa madre actúa como un conservante natural haciendo que los productos duren más tiempo en buenas condiciones siempre que los guardemos en buenas condiciones. La mayoría de los panes que encontramos en el mercado necesitan conservantes artificiales pero, el pan con masa madre inhibe el crecimiento de moho.

Su composición es una fuente de vitaminas y minerales. Alberga muchos nutrientes como vitaminas E, B1 a B6, B12, hierro, magnesio, calcio, fósforo, zinc y potasio, entre otros. También contiene un fantástico balance de proteínas y ácidos grasos.

Otro de los beneficios más sorprendentes de la masa madre es como consigue mejorar la textura y el sabor del pan. Esto es gracias a la presencia de levadura natural y la composición de bacterias que intervienen durante el proceso de elaboración y fermentación.

Al elaborar pan con masa madre, nos aseguramos de que las bacterias en la levadura pre-digieran el almidón presente en los granos. Así, nuestro organismo tarda menos tiempo en procesarlo.

¿Puedo hacer masa madre en casa?

Comúnmente se cree que elaborar masa madre en casa es un proceso complicado. Aunque requiere tener presente los elementos que intervienen así como disponer de tiempo y paciencia, su elaboración y conservación es bastante sencilla.

Aquí te dejamos el paso a paso para que puedas elaborarla en casa y utilizarla en las recetas que más te gusten.

Lo único que necesitamos es harina, agua y un entorno equilibrado donde las bacterias propias y levaduras se desarrollen y convivan cómodamente. Cuando esto ocurre, las otras bacterias indeseadas se mantienen al margen.

Así iniciamos el proceso para elaborar masa madre

El proceso suele durar unos cinco días e inicia mezclando la misma cantidad (unos 100g, por ejemplo) de harina integral (ya sea de trigo, centeno, o la que más nos guste) y agua a temperatura ambiente. Añadimos la mezcla en un bol de cristal y dejamos reposar 24 horas. Es importante no tapar completamente el recipiente para que pueda escapar el dióxido de carbono. Para ello, lo mejor es cubrirlo con un paño de tela.

Cuando hayan pasado las 24 horas, agregamos otros 50g de harina y de agua. Dejamos reposar otras 24 horas y, es entonces cuando empezaremos a ver que se forman más burbujas y que el líquido tiende a separarse del sólido.

Durante los próximos 4 días, más o menos, debemos ir agregando 50g de harina y de agua y eliminando la mitad de la mezcla del día anterior. Este proceso se llama “alimentar o refrescar”.

El último día, la masa debería haber duplicado su tamaño. Entonces, ¡ya podemos utilizarla en nuestras preparaciones!

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